Tener una buena autoestima requiere muchas ganas de querer ser tu mejor versión, requiere fuerza para afrontar tus propios demonios como la inseguridad, la dependencia emocional, la falta de amor o el abandono que suelen ser fantasmas que nos rodean el pensamiento cada minuto.
La autoestima se desarrolla en la infancia, desde si fuimos deseados por nuestros padres hasta como fuimos amados por ellos y por los abuelos. La familia es el principal factor que influye en tu autoestima, sin embargo no porque no se tuvo una familia que brindo poco amor y atención signifique que no lo merezcas. ¡Tu pasado no define tu futuro, tu presente si! Porque como niños estábamos indefensos ante cualquier estimulo bueno o malo y como adulto o adolescente ya somos conscientes de lo que quienes somos y sino al menos de quien pretendemos ser. Las heridas emocionales suelen dejarnos marca, son pequeñas cicatrices o tatuajes que nadie percibe pero que nosotros si y no son placenteras.
Sin importar cuantas tengamos no debemos dejar que eso marque nuestra forma de ser, mucho menos nuestras relaciones. El adulto que se da por vencido es un mediocre, el adolescente que se da por vencido es un cobarde y el niño que se da por vencido es un descuido de los padres. Todos podemos ser nuestra mejor versión siempre y cuando tengamos el valor de afrontar nuestros miedos a ser mejores todo será más sencillo. Siempre les digo a mis pacientes “Va a doler y mucho pero al final valdrá la pena porque te sentirás no mejor, sino más orgulloso de en quien te has convertido”.
Existe una metáfora que siempre utilizo con los adolescentes:
“Es el renacer del águila, es la forma en que ella solita se autodestruye para renacer. Se arranca las plumas una por una, se arranca las garras de las patas y el pico restregándolas contra las piedras hasta que se caen. Todo ello para tener plumas mas fuertes que le den mas agilidad y rapidez para volar, se arranca las garras y el pico para que le salgan mas fuertes para poder atrapar y devorar las presas. Sin embargo es un proceso lento y doloroso que toma tiempo en donde sobrevivir se vuelve un reto para probar si merece vivir o es un espécimen débil y morir”.
Generar nuestra propia autoestima a veces será de la misma manera, ya que deberemos quitarnos aquellas mascaras que nos servían para sobrevivir para poder tener crear la que nos permita vivir. Deberemos quitarnos muletas, pretextos y justificaciones del porque somos así y afrontar que no es nuestra mejor versión, hasta entonces deberemos rascar y rascar pero al final nada podrá destruir lo que es hemos logrado ni en quien nos convertimos porque será lo mejor que podamos ser por cuenta nuestra, no es maquillaje, no es una cirugía es nuestro interior y eso nadie podrá tocar, herir o cambiar.
Finalmente, recomiendo ampliamente iniciar un proceso terapéutico ya que este viaje puede ser pesado con el tiempo y se necesita de vez en cuando alguien que no te ayude a cambiar sino que te acompañe y te guie. El rol de la psicoterapia en el tema del autoestima es unicamente de acompañamiento y fortalecer la seguridad de quienes tienen el valor de ser quienes son en verdad.